La
Escuela para padres “Amor en familia” de esta institución conjuntamente con la Dirección,
Coordinación de Proyecto, Departamento de Orientación, Consejo Educativo le dan
a usted padre y representante la más cordial bienvenida. Pidiendo toda la
colaboración y apoyo que usted pueda prestar en la realización de nuestras
actividades en el desarrollo del PEIC (Año Escolar 2013-2014) titulado: Unidos, el Colectivo Milá de la Roca Fortalece la Familia por la Paz y la Vida.
Recordándole lo que reza el artículo
N° 17 de la LOE (2009)
Las familias tienen el deber, el derecho y la
responsabilidad en la orientación y formación en principios, valores,
creencias, actitudes y hábitos en los niños, niñas, adolescentes, jóvenes,
adultos y adultas, para cultivar respeto, amor, honestidad, tolerancia,
reflexión, participación, independencia y aceptación. Las familias, la escuela, la sociedad y el
Estado son corresponsables en el proceso de educación ciudadana y desarrollo
integral de sus integrantes.
Los hijos…
“…los hijos son bendiciones, cuya vida es una oportunidad
para enriquecer la nuestra, porque enseñándoles aprendemos de ellos,
formándolos revisamos nuestro proceder, amándolos gozamos de los frutos de su
amor y ayudándolos a crecer, crecemos y nos hacemos más humanos.”
Dedicatoria de “Sigamos Creciendo con
Nuestros Hijos”
Te
queremos obsequiar esta lectura para que reflexiones y aprendamos a darles el
verdadero amor a nuestra familia y especialmente a nuestros hijos y recordemos
que uno de los valores principales es el amor y respeto afiancémoslo:
“Un día, cuando mis hijos estén crecidos lo suficiente
para entender la lógica que motiva a los padres y madres, yo habré de decirles:
Los amé lo suficiente como para haberles preguntado a
dónde van, con quién van y a qué hora regresarán.
Los amé lo suficiente para no haber quedado callada y
hacerles saber, aunque no les gustara, que aquel nuevo amigo no era buena
compañía.
Los amé lo suficiente para hacerles pagar las
golosinas que agarraron del supermercado o las revistas del kioskero, y
hacerles decir al dueño: “Nosotros tomamos esto ayer y queremos pagar”.
Los amé lo suficiente como para haber permanecido en
pie, junto a ustedes, dos horas, mientras limpiaban su cuarto, tarea que habría
hecho yo en 15 minutos.
Los amé lo suficiente para dejarles ver, además del
amor que sentía por ustedes, la decepción y también las lágrimas en mis ojos.
Los amé lo suficiente para dejarlos asumir la
responsabilidad de sus acciones, aun cuando las penalidades eran tan duras que
me partían el corazón.
Y ante todo, los amé lo suficiente para decirles NO,
cuando sabia que ustedes podrían odiarme por eso (y en algunos momentos se que
me odiaron).
Esas eran las batallas más difíciles de todas. Estoy
contenta, vencí…Porque al final ustedes ganaron también!
Y cualquiera de estos días, cuando mis nietos hayan
crecido lo suficiente para entender la lógica que motiva a los padres y madres;
cuando ellos les pregunten si su madre era mala, mis hijos les dirán:
Si, nuestra madre era mala. Era la madre más mala del
mundo…Los otros chicos comían golosinas en el desayuno y nosotros teníamos que
comer cereales, huevos y tostadas. Los otros chicos bebían gaseosas y comían
papas fritas y helados en el almuerzo y nosotros teníamos que comer arroz,
carne, verduras y frutas.
Mamá tenía que saber quiénes eran nuestros amigos y
qué hacíamos nosotros con ellos.
Insistía en que le dijésemos con quién íbamos a salir,
aunque demorásemos apenas una hora o menos. Ella nos insistía siempre para que
le dijésemos siempre la verdad y nada más que la verdad.
Y cuando éramos adolescentes, no sé cómo, conseguía
hasta leernos el pensamiento.
Nuestra vida si que era pesada!
Ella no permitía que nuestros amigos nos tocaran
bocina para que saliésemos; tenían que bajar, golpear la puerta y entrar para
que ella los conociese.
Cuando todos podían volver tarde de la noche con 12
años, tuvimos que esperar como hasta los 16 para hacerlo, y aquella pesada se
levantaba para saber si la fiesta había estado buena (solo para ver en qué
estado estábamos al volver).
Por culpa de nuestra madre, nos perdimos inmensas
experiencias en la adolescencia. Ninguno de nosotros estuvo envuelto en
problema de drogas, robos, actos de vandalismo, violación de propiedad, ni
fuimos presos por ningun crimen.
TODO FUE CULPA DE ELLA!”
Ahora que somos adultos, honestos y educados, estamos
haciendo lo mejor para ser “PADRES MALOS”, como fue mi madre. YO CREO QUE ESTE ES UNO DE LOS MALES DEL
MUNDO DE HOY: ¡NO HAY SUFICIENTES MADRES MALAS!”.
Querido
representante espero contar contigo para hacer de este año escolar un éxito en
el desarrollo del proceso enseñanza-aprendizaje.
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