Entre
los maestros autodidactas y abnegados de los que Cumaná prolifera en el
pasado, descuella don Juan Milá de la Roca Valenzuela, nacido en ella [2 de diciembre] en 1856 y, como
otros pedagogos de su generación sirvió con decoro a la causa de la Instrucción
en un plano de modestia singular, honradez y sapiencia. Discípulo de Don José
Silverio González en el Colegio cumanés obtuvo el título de Bachiller junto con
ilustrado escritor y maestro Br. J. J. Fuentes S. entre otros. Fundó honorable
hogar en unión de doña Carmelita Díaz quienes aportan caballerosos ciudadanos,
el poeta José María Milá Díaz y maestros como Napoleón y José Mercedes entre
otros.
Si
bien don Juan Milá alterna la vida pública y la docente destina ésta por su
irrefrenable vocación, más de medio siglo. Vémosle actuar en numerosos destinos
docentes, creando y dirigiendo Planteles y enseñando a multitud de jóvenes en
varias partes de Oriente. Ya es en 1876 ejerciendo durante una década la
Subdirección de la Escuela Normal de Cumaná, ya en Barcelona cuando el General
Nicolás Rolando lo destina a dirigir el Colegio "Bottom". En tierras
de Monagas hace labor educativa en diversas poblaciones y épocas, en San
Antonio y Caicara de Maturín, donde tiene discípulos a los hermanos Carvajal, los
Martínez, los Campos, al Dr. Rafael Naranjo Osty, los Turmeros, Cornelio Guzmán
y ruchos otros. Regenta en Maturín (1910-12), en Cumaná y también en Caripe
funda (1919-23) el Internado en Sabana de Piedras en unión de su hijo Napoleón
y entonces cuenta entre sus discípulos al escritor Julián Padrón, Vicente
Gilibertti, Efraím Cabello, los Luongo, entre otros.
Hasta
1929 rota activamente por varios pueblos de Monagas en su elevada misión de
educar ya por iniciativa propia en las más de las veces, o por resolución
oficial y hasta por exigencias de particulares como ocurrió en 1914 cuando
Natividad Gómez Ortiz a nombre de hacendados de Caripe - centro de fuerte
inmigración espontánea italiana - lo llama para regentar una escuela. En 1932
funda su última Escuela, cercano ya a los ochenta años, en unión de su hijo
Rafael. Luego pues, de una trashumancia prolongada regresa a su querida Cumaná
en 1932 donde sin embargo continúa por algún tiempo enseñando. El peso de los
años y sus agotadas energías, dadas todas a la educación. le imposibilitaron
naturalmente para la docencia. Así entró definitivamente en la senectud humilde
y pobre, estimado y recordado por su hombría de bien y sus sabias enseñanzas.
Ejerció los cargos de Juez Superior en Cumaná y
Maturín, Diputado a la Asamblea Legislativa de Monagas y algunos destinos
municipales. Tuvo entre sus muchos colegas de trabajo al padre Joaquín Barroso,
también consagrado y batallador maestro. Caballero, buen padre de familia,
correcto servidor público y educador de larga trayectoria, don Juan Milá de la
Roca Valenzuela, merece el respeto y el recuerda de las generaciones sucrenses.
Murió en 1944 [5 de septiembre] en la misma tierra que le
vió nacer casi noventa años antes.
Tomado de: Miguel Ángel Mudarra (1958).
Cultura
Sucrense. Pag. 97-98.